miércoles, 9 de marzo de 2016

Miedo.

Tengo miedo a muchas cosas.
Tengo 13 años y sigo llorando como una niña de 5 que ha perdido su muñeca porque no recuerda dónde la dejó.
Y me preguntan que dónde fue el último lugar en el que estuve y siempre respondo que en ti.
No sé dónde me dejé pero acabé perdiéndome y lo último que recuerdo de la última vez que me vi fue estar diciéndote que todo iba a salir bien después de haberte robado la mirada más salada entre lágrimas y más sincera que he hecho en toda mi vida.
Recuerdo haberme quedado soñando en único sitio en el que concilio el sueño desde que ya no somos: en tus brazos.
Lo cierto es que nada cambió mucho cuando nos separamos porque no lo hicimos nunca del todo por miedo a que saliese bien.
Por miedo a poder seguir siendo los mismos y vivir como si nunca nos hubiésemos conocido.
Me da tanto miedo que me acabes olvidando, que acabe siendo un simple recuerdo que tienen que rebuscarte mucho para contarlo, contarles que alguna vez fuimos felices.
Para contarles que nos cambiamos la vida sin buscarlo.
Y sin buscarnos.
Tengo miedo de que mi eco tenga razón y es que yo sea una chica puente,
es decir,
quien te haya curado las heridas que necesitabas que sanasen para prepararte a creer en el amor de nuevo.
Y ahora me supongo que serás feliz y no será conmigo.
Tengo miedo de haber sido un momento, un momento que con el paso del tiempo se vuelve borroso y olvidas porque ya nunca más vuelves a hablar de él, como algo que necesitas recordar momentáneamente que cuando ya no necesitas recordar, lo olvidas.
Tengo miedo porque sé que ahora sí que todo está cambiando,
que ya no podemos dolernos más, que esto no tiene que acabar aquí y ahora.
Siento tanto dolor
tanto
tanto
tanto que ya no me soporto ni contigo.
Que ya ni te soporto.
Y no puedo más estoy cansada de no vivirte.
De no vivirme (contigo).
De no estar.
Tengo miedo a dejar de ser yo por no tenerte.
Tengo miedo a que me acabes odiando por desaparecer sin más. Porque no me iré, pero a lo mejor mi yo sí que se va.
Tengo miedo de haberte dado tanto que ya no tenga para mí que ya no sepa ser la misma si no soy contigo.
Tengo miedo a verme viviendo en un libro de poemas porque es el único momento del día en el que siento algo distinto que no sea estar muriendo de pena.
Y me gustaría dejar de romperme la cabeza con la jodida piedra que me entaponó la salida.
Eso es lo único que pido: que te vayas de mi camino si no tienes intenciones de quedarte.
Deja que me abrigue las manos con los guantes de las cosas que no debí darte porque ahora ya no tengo nada para mí.

1 comentario:

  1. Nice Post, Liked it. “In order to bring VALUE to others you MUST
    first BELIEVE YOU have VALUE.”
    --The Next Level Experience

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