Olvido.

Acabas de reventar toda mi escala sismológica a suspiros.
En el margen de error esta vez no aparece mi nombre.
Ojalá no fueses el final de esa ecuación que al final siempre nos acaba separando.
Me consumo y ya casi no puedo enfocar bien la mirada. ¿Con cuántas palmas tienes que medir tu mano para darte cuenta de que la mía es tu favorita?
Huir es solamente otra forma de echarte de menos, pero sin que me veas. Pero a dónde crees que voy a llegar si me estoy ahogando. Me ahoga el esperar tu "no te vayas, por favor quédate".
Te echo de menos, necesito un futuro urgente y no sé dónde encontrarlo. Perdona si nunca te explique nada, te lo explico un poco por encima. Ha pasado lo de siempre, pero duele como nunca.
No me han dejado con una mano delante y otra detrás, porque ya sabía que esto pasaría. Tengo una puñalada preciosa al descubierto. Y un cementerio cubierto de vivos que acaparan la mitad de mi pecho.
Mis peores pesadillas me están salivando y me estoy quedando quieta para ver cómo ese trailer me pasa por encima.
Me ha pillado la pena por banda y me la pisado la cara contra el bordillo. Ha jugado conmigo hasta romperme las costillas. Ha hecho polvo el poco corazón que me quedaba.
Todo empezaba a estar injustamente justificado, pero una vez más sus palabras y mis ilusiones se escapaban de mis manos resbalándose como pompas de jabón.
No te olvido.
Como te voy a olvidar si me he quemado la garganta intentando tragarme el ultimo te quiero que no te dije, si he visto marcar la diferencia horaria con tu sonrisa, si fuiste tú el que trazaste el único sueño medianamente pequeño que me veo capaz de conseguir.
Voy a partirle la cara al que dijo que el querer es dejar ir a quien quieres, porque si me hubiera plantado hay delante aún estarías aquí.